Aceite de oliva: el oro líquido que hace un mundo más sabroso

La industria del aceite de oliva es un sector tradicional muy arraigado en España, y es uno de los más importantes del sector agrícola del país jugando un papel fundamental desde el punto de vista económico, medioambiental, cultural y gastronómico. 

El sector del aceite de oliva es un pilar fundamental en el sistema agroalimentario español. España es líder mundial en superficie, producción, y comercio exterior  gracias a la tradición olivarera del país y a una industria tecnológicamente avanzada y profesional capaz de obtener aceites de gran calidad. 

Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), la producción española de aceite de oliva supone el 70% de la producción de la UE y el 45% de la mundial. “El sector no solo tiene una indiscutible importancia económica, sino que también tiene una gran repercusión social, ambiental y territorial. Más de 350.000 agricultores se dedican al cultivo del olivar, el sector mantiene unos 15.000 empleos en la industria y genera más de 32 millones de jornales por campaña”.

La industria agroalimentaria española ha mantenido un año más notables cifras de crecimiento de ventas al exterior, que no se vieron interrumpidas ni siquiera en los años de la pandemia. En este sentido, la empresa pública Extenda-Andalucía Exportación e Inversión Extranjera destaca el fuerte crecimiento del 24,3% de las exportaciones de aceite de oliva, que alcanzó un récord histórico en el año 2022, superando por primera vez los 3.000 millones de euros (3.286 millones).

Según se recoge en el informe de Cajamar titulado, Análisis de las exportaciones agroalimentarias 2021", “la categoría del aceite de oliva ha registrado una recuperación espectacular de sus exportaciones en valor que crecen un 16% frente a la bajada del 6 % en 2020”. Concretamente, España es de nuevo líder claro en la Unión Europea de este producto con más del doble de las exportaciones que las del competidor tradicional Italia, dominando las exportaciones en la mayoría de los mercados.

"Con un importe de 3.478 millones de euros, España ocupó en 2021 el primer puesto como país exportador de aceite de oliva de la UE, seguido muy de lejos por Italia (1.540 millones), Portugal (706), Grecia (603) y Franca (59). Dentro del importe total de nuestro país, 2.570 de euros correspondieron a aceites de oliva vírgenes y vírgenes extra, 707 millones a aceites de oliva refinados y los 199 millones restantes, a aceite de orujo de oliva".

El papel de la industria del aceite de oliva en España

Con cerca de 340 millones de olivos, España es líder mundial en superficie, producción, comercialización y exportación de productos derivados del olivar, tanto aceitunas como, especialmente, aceite de oliva. En consecuencia, más del 90% de la superficie cultivada y de la producción olivarera se destina a la producción de aceite. El 23% de la producción total de aceite de oliva es ecológico, un producto cada vez más demandado y que se enmarca en prácticas de agricultura sostenible.

La industria del aceite de oliva es un sector fragmentado, con un gran número de participantes a lo largo de las diferentes etapas de la cadena de valor. En primer lugar, hay más de 380.000 explotaciones con un tamaño medio muy pequeño (7 hectáreas): el 52% tiene menos de 5 hectáreas y sólo el 16,5% tiene más de 20 hectáreas; 24 casi el 87% de las fincas, con el 76% del área, son de secano.

En el proceso industrial de elaboración del aceite de oliva intervienen más de 3.5000 agentes diferentes, entre los que se encuentran almazaras, plantas de envasado, almazaras/plantas extractoras de orujo y refinerías. También existe una gran variedad de industrias vinculadas al sector: por un lado, las que suministran fertilizantes y productos fitosanitarios, maquinaria, equipo, instalaciones, etc.; por otro lado, las que utilizan el aceite de oliva como insumo, ya sea en el propio sector alimentario o en el sector farmacéutico y cosmético.

El modelo cooperativo de negocio está muy extendido, especialmente en las primeras etapas de la elaboración del aceite: las cooperativas representan alrededor del 50% de las almazaras, que producen casi el 70% del aceite de oliva en España, y alrededor del 40% de las plantas envasadoras, que tienden a ser pequeñas y juegan sólo un papel limitado en el mercado, en contraste con las grandes empresas comerciales.

En cuanto a la distribución, las empresas y proveedores encargados de la venta de aceite, los supermercados y otras tiendas de autoservicio concentran casi la mitad de las ventas, seguidas, a gran distancia, por los hipermercados y las tiendas del sector de la hostelería.

Normalización tras un año de pandemia

Como consecuencia de las restricciones impuestas para contener la pandemia, en 2020 los hogares incrementaron su consumo de aceite de oliva en un 15,6% hasta casi 214 millones de litros, la cifra más alta en cuatro años. El incremento de valor ha sido muy inferior, un 3,2% hasta casi 541 millones de euros, debido al fuerte descenso del precio medio, un 10,8% hasta 2,53 €/litro, el más bajo según los informes desde el año 2012. 

CaixaBank Research, a partir de datos del MAPA expone que “el aceite de oliva es el más consumido por los hogares, con un 35% del volumen total, y su demanda se caracteriza por una alta sensibilidad al precio”.

Por canal de distribución, en un contexto de casi crecimiento generalizado pero, a excepción de las tiendas tradicionales, destaca especialmente el comercio electrónico, que registra un crecimiento del 67,6%, alcanzando el 4,2% del total.

Como consecuencia del menor tiempo en casa, a lo largo del 2021, la reapertura del canal HORECA y la disminución de las compras en despensa, se observa un cambio de tendencia en el consumo de aceite, registrando un descenso interanual del 12,7%. Sin embargo, la fuerte subida del precio medio (+10,1%) amortiguó esta caída en términos de valor (–3,9%).

Un sector con ventaja competitiva

La industria del aceite de oliva es un sector tradicional muy arraigado en España, es uno de los más importantes del sector agrícola del país y juega un papel fundamental desde el punto de vista económico, medioambiental, cultural y gastronómico. Además de ser una fuente de ingresos y empleo en muchas zonas rurales, también contribuye a la cohesión territorial y social ya la lucha contra la despoblación, la erosión del suelo y el cambio climático. 

La industria está compuesta por pequeñas empresas, lo que dificulta las economías de escala y la capacidad de innovación. Su principal activo es el gran potencial que ofrecen los mercados globales para un producto cada vez más demandado gracias a su calidad y propiedades. Para aprovechar esta ventaja competitiva, la industria debe mejorar su enfoque en el cliente final, potenciar una diferenciación que aporte valor y defender su liderazgo y posicionamiento de marca en los mercados internacionales.

Como puedes ver, queda demostrado que la industria del aceite de oliva en España tiene una enorme capacidad de producción, así que si quieres potenciar los atributos de nuestro aceite de oliva en tu negocio, conecta con proveedores de aceite de oliva que sean una fuente de diferenciación, y le den valor añadido al producto para satisfacer las demandas y necesidades de tus clientes.